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Mi casita cerca de la playa

VG

December 2022

Muy hogareña, cálida y de un color morado uva es como recuerdo mi casa cerca de la playa. Siempre creí que estábamos en el punto exacto, ni tan lejos como para no sentir la brisa del mar, pero a la vez no tan cerca para temer por un tsunami. Eso era en lo que pensaba cuando era pequeña, al menos eso me ayudaba a dormir después de ver alguna película sobre un desastre natural. Mi casa tiene un patio que mi madre con mucho amor lo llenaba con plantas. Ese patio fue el escenario de muchas de mis aventuras. En mi imaginación se convertía en un castillo, a veces era el campo de batalla donde el piso era lava. Aventuras que viví junto a mis hermanos que ahora las guardo en mi memoria como mi gran tesoro.
La cocina siempre fue y será mi lugar favorito. Recuerdo ver a mis padres cocinar juntos, mientras mis hermanos y yo ponemos la mesa. Así eran nuestros fines de semana, llenos de risas y mucho amor. Por alguna razón, creo que esa cocina es donde me han dado los mejores consejos, especialmente por mi abuela.
Puedo decir que en esa casa aprendí a que no por tener algo significa que no debas continuar trabajando. Mi madre era ama de casa en ese entonces. Ella se encargaba de nosotros mientras mi padre trabajaba. Sin embargo, ella quería abrir un negocio, pero a la vez no quería descuidarnos. Fue entonces cuando parte de nuestro garaje se convirtió en la “Papelería Vero”. Vivíamos frente a una secundaria. Éramos la salvación de muchos estudiantes que olvidaban su cartulina. Me gustaba mucho ayudar a mi mamá después de la escuela. Pero cuando me cansaba solo abría una puerta que me llevaba a mi casa. Era increíble.
Mi lugar seguro era mi habitación. Era color rosa, con corazones dibujados en el techo, en una pared un castillo y en la otra un carruaje de cenicienta. Era la habitación perfecta para mi niñez. Sin embargo, amaba pasar tiempo con mi hermano en su habitación llena de carritos y super héroes. A pesar de que cada uno tenía su habitación dormíamos juntos, ya que para nosotros la casa era inmensa y seguramente debajo de la cama habitaba un monstruo. Es por eso que debíamos dormir juntos para cuidarnos de él.
Mi casita fue un lugar donde mis padres con mucho amor y sacrificio criaron a sus hijos. Ahí aprendí a respetar, valorar, apreciar a las demás personas, así como me gustaría que lo hicieran conmigo. En esa casa sentía la brisa de la playa todas las mañanas, a lo lejos se apreciaba la playa azul, con un cielo gris. Por otro lado, en las tardes me gustaba estar en el segundo piso para así ver la playa y me parecía increíble como el cielo y el mar parecían uno mismo.
Me siento afortunada de que mi casita siempre era el punto de reuniones familiares. Ahí celebramos muchos cumpleaños y demás festividades. Amaba esos días donde todos estábamos en el patio, mis abuelos, mis tíos, primos, toda la familia. Me parecía increíble como juntábamos las mesas en una sola línea, sin importar su forma, algunas circulares, rectangulares o cuadradas todo para estar juntos. Fue ahí, en mi casita cerca de la playa donde pasé una infancia increíble. Donde amé y aprendí a amar sin condiciones.

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