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Mexicana de corazón

Elisa Vazquez Delgado

December 2022

Hola, mi nombre es Elisa Vazquez Delgado y tengo 20 años de edad. Soy nacida en San Diego, California; pero crecí por 7 años de mi vida en un pueblito en México cerca de Pachuca Hidalgo, que se llama Atotonilco El Grande. Mi mamá es nacida y criada en un pueblo en Nayarit, México que se llama El Jicote. Mi papá fue criado en el mismo pueblito que yo, Atotonilco El Grande. A mis tres años de edad mis padres trabajaban de noche a día tratando de sacar a mis hermanas y a mí adelante. Se les hizo muy difícil cuidarnos mientras tenían dos trabajos así que tomaron la decisión de separarnos y mandarnos a México con nuestros abuelos. A la edad de tres años, me mudé a este pueblito que se me hacía enorme, con mis abuelos paternos. Ahí viví por 7 años de mi vida. Aquí fue donde aprendí a cosechar y ayudar a mis abuelos a criar el ganado para que tuviéramos dinero. Aquí fue donde nació mi amor por México.

El primer lenguaje que aprendí fue el inglés porque veía todos los programas de televisión en inglés y ambos de mis padres iban a la escuela para aprender inglés. Para que se les hiciera más fácil aprender el idioma trataban de solo hablar en inglés cuando estaban en la casa. Como a los tres años de edad me mudé a México ahí adquirí el español. Mis abuelos y familiares hablan sólo español entonces era una necesidad que aprendiera el idioma rápido. Recuerdo que se me hacía fácil pero difícil a la misma vez comunicarme con mis abuelos. Ellos me apuntaban los objetos y me decían que repitiera las palabras después de ellos. Otra forma que usaban para comunicarse conmigo era en forma de señas. Cuando quería comer apuntaba a mi boca y si me dolía algo, lo apuntaba y decía ‘OUCH’. Mi abuela se sentaba con mi hermana y yo en la mesa y se ponía a leer cuentos bíblicos. Las lecturas fueron las que me ayudaron a aprender el idioma tan rápido que a la edad de cinco años ya sabía leer y escribir. Aunque de pequeña mis padres me hablaban en inglés, me fue muy difícil aprender el idioma de nuevo cuando me mudé a los Estados Unidos a la edad de 9 años. El cambio de cultura, el ambiente y el lenguaje fue una frustración como nunca antes había experimentado ya que toda mí escuela la había hecho en México. Al no tener nadie con quién practicar inglés, perdí el lenguaje por completo.

Al mudarme a los Estados Unidos todo se me hacía difícil. Me sentía solita. Me sentía como si no perteneciera a este nuevo mundo donde tenía que empezar de cero otra vez. Al año de regresar a San Diego descubrí que mis padres necesitaban ayuda para comunicarse con personas que no hablaban español. A pesar de que mis padres habían atendido la escuela para aprender inglés, no fueron exitosos y mejor la abandonaron una vez más. A la pequeña edad de 10 años yo tomé el desafío de aprender inglés y ayudar a mis padres a salir adelante a pesar de los obstáculos que se me presentaban. En esta etapa de mi vida descubrí la libertad de ser bilingüe. Ser bilingüe es la libertad de poder viajar a otros países y comunicarme con personas cuyos orígenes son diferentes a los míos. Es la libertad de poder expresarse en diferentes lenguajes y poder aprender de otras personas. Es la libertad de poder hablar con mi seres queridos y decirles lo mucho que los quiero ya sea en México o los Estados Unidos. Ser bilingüe es poder hacer un cambio en el mundo y hacer que las personas se sientan incluidas. Para mí ser bilingüe es tener el privilegio de poder tener la lengua de mis orígenes y poder enseñarle a mis futuros hijos el orgullo de poder expresarse en dos idiomas diferentes y representar sus raíces.

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